SPUN está ayudando a cartografiar patrones de biodiversidad micorrícica, identificando zonas insuficientemente muestreadas y abogando por una mejor protección de estas comunidades.
Las actividades humanas y el cambio climático amenazan a los hongos micorrícicos a un ritmo nunca visto, pero carecemos de herramientas para localizar dónde se producen estas amenazas. Para solucionarlo, estamos utilizando datos geoespaciales para identificar y cuantificar las amenazas a la biodiversidad subterránea.
La cartografía de la biodiversidad utiliza datos para hacer predicciones sobre la biodiversidad en todas las ecorregiones de la Tierra. En este tipo de trabajo de aprendizaje automático siempre hay cierto grado de incertidumbre. SPUN considera que las áreas con un alto grado de incertidumbre son oportunidades para "contrastar" nuestras predicciones: recoger muestras de la vida real en áreas donde nuestro modelo ha hecho predicciones nos permite contrastar esas predicciones con la biodiversidad que encontramos y refuerza nuestros modelos.
¿Cómo elige SPUN los lugares para las expediciones de muestreo? Para obtener los datos más valiosos, tomamos decisiones estratégicas a la hora de elegir dónde tomar muestras de hongos micorrícicos. Damos prioridad a las regiones con características únicas y baja intensidad de muestreo; de este modo nos aseguramos de recoger muestras en zonas que tendrán el mayor impacto en nuestro esfuerzo por cartografiar la biodiversidad micorrícica mundial.
Los hongos micorrícicos son organismos diminutos que viven en el suelo y se asocian con las raíces de las plantas para ayudarlas a obtener nutrientes. Desempeñan un papel fundamental en la salud de los ecosistemas de la Tierra, pero no sabemos muy bien dónde se encuentran los distintos tipos de estos hongos en todo el mundo. Este desconocimiento dificulta el seguimiento y la protección de estas importantes redes subterráneas.