Colaboradores

Dra. Aurélie Deveau

INRAE

Dr. Francis Martin

INRAE

Dr. Nicolas Suberbielle

CBNC

Dr. Jean-Paul Maurice

INRAE
Equipo SPUN

Dr. Merlin Sheldrake

VU/SPUN

Dr. Toby Kiers

VU/SPUN
socios
fotografía y vídeo

Quentin van den Bossche

Los bosques de gran altitud de Córcega se consideran laboratorios vivientes de la respuesta de los ecosistemas antiguos al cambio climático.

Nuestro objetivo en esta expedición era empezar a descifrar cómo los árboles más antiguos del Mediterráneo se asocian con los hongos para sobrevivir a las tensiones climáticas extremas. En los últimos años, estos ecosistemas antiguos se han enfrentado a los efectos más extremos de un clima que se calienta rápidamente: las sequías extremas están aumentando, se prevé que los días de "alto riesgo de incendios" se dupliquen y los suelos de la isla se erosionan más rápido que en casi cualquier otro lugar de Europa. 

Dirigidos por la Dra. Aurélie Deveau (INRAE), el Dr. Francis Martin (INRAE), el Dr. Nicolas Suberbielle (CBNC), el Dr. Jean-Paul Maurice (afiliación), el Dr. Merlin Sheldrake (VU, SPUN) y el Dr. Toby Kiers (VU, SPUN), el equipo de la expedición encabezó una técnica emergente denominada metatranscriptómica que utiliza la información codificada en el ARN fúngico para comprender la función y la actividad de los genes fúngicos bajo tierra en momentos exactos.

Córcega, conocida como una "montaña en el mar", es única por su terreno biogeográfico extremo. Las montañas ocupan dos tercios de la isla, formando una larga cadena que se extiende de norte a sur. Como resultado de los gradientes extremos de elevación, la isla alberga más de 200 plantas endémicas.

El equipo construyó transectos elevacionales por toda la isla para cubrir bosques de diferentes edades y una variedad de extremos climáticos. Para preservar el ARN de las redes fúngicas vivas, el equipo tuvo que tomar muestras cuidadosamente bajo las raíces de los árboles centenarios y congelarlas al instante en hielo seco para evitar que las inestables moléculas de ARN se degradaran con el calor. 

Miembros de la Asociación Micológica de Ajaccio recogieron el hielo seco que se había traído en barco la noche anterior y lo condujeron hasta la meseta de la montaña para el equipo de la expedición.

Estas muestras de hongos nos permitirán descifrar qué genes se regulan al alza y a la baja en el ARN fúngico durante el estrés térmico. Esta información será crucial para comprender cómo las redes fúngicas ayudan a los bosques antiguos a sobrevivir a los extremos climáticos.

El equipo pudo realizar muestreos bajo pinos negros endémicos de Córcega. Estos pinos son un grupo clave de este complejo ecosistema. El equipo también tomó muestras bajo un castaño milenario, cuya edad se estimó en unos 1.300 años.

Los hongos de Córcega son especialmente interesantes porque se cree que tienen una capacidad "enzimática" única que les permite descomponer la roca y acceder a los nutrientes con los que alimentan a los árboles, características que se observan sobre todo en los bosques antiguos. También se cree que los bosques de pino negro y sus hongos son fundamentales para la protección contra la erosión.

Al centrarse en los linajes de hongos y sus funciones de ciclo de nutrientes y carbono asociadas a los bosques antiguos, la investigación de SPUN puede proporcionar datos clave para ayudar a gestionar y proteger estos ecosistemas y sus capacidades de almacenamiento de carbono.